Tuve la suerte de vivir mi infancia en los setenta y ochenta del pasado siglo XX, siendo testigo de la aparición de una serie de personajes coloridos e hipertrofiados, los cuales por cierto no tenía ni idea de dónde venían... la juguetera Mattel no paraba de sacar también vehículos alucinantes, naves... hasta un Castillo mágico de color verde con una calavera gigante incrustada. Las figuras (que ya podías encontrar por doquier) incluían un mini-cómic que leías y releías hasta que se deshacía en tus manos literalmente y que potenciaban sin duda el juego con esas extrañas figuras de acción. ¿Por qué extrañas? porque a mí me resultaba extraño y paradójico que co-existieran guerreros armados con hachas, espadas, ataviados con calzones de pieles y aires prehistóricos y/o medievales conjuntamente con robots, guerreros tecnológicos y provistos de armas espaciales láser, vehículos voladores etc... Sin embargo entendí que quizás ese era su encanto (entre muchos otros)...
Para empezar, la "culpa de todo" la tuvo mi hermano mayor cuando mi madre le compró una figura de un tío llamado He-Man con su hacha, espada del poder, más músculos que letras tiene una hipoteca y un escudo tan molón como el del Capitán América... y nos lo "restregó" día y noche por la cara a mi hermano pequeño y a mí (yo soy el mediano).
Muchas tardes a la salida del cole, mi hermano menor y yo nos pegábamos a un escaparate de una tienda de juguetes de mi barrio donde tenían expuesto el Castillo de Grayskull y muchas figuras. A través del cristal del escaparate, soñábamos despiertos ante aquel despliegue de los Masters del universo... y construíamos nuestras propias aventuras en nuestra mente... Mi primera figura fue Man at Arms... aquel extraño señor de semblante serio, con casco cibernético, embutido en un traje verde y protegido con una suerte de armadura tecnológica (aunque con calzón y botas de pieles), era el señor de las armas pero empuñaba tan solo una especie de porra de alta tecnología entiendo, y con ella sería capaz de los mayores destrozos para temor de los secuaces de Skeletor... qué recuerdos.
En 1982 (con 9 años o así) gané un premio en un concurso de dibujo de un conocido centro comercial. Del vale con 2000 pesetas que me entregaron, gasté unas 800 en otra figura: Beast man... la compré porque me cautivó su color... los dibujos de Alfredo Alcalá aparecidos en los citados mini (míticos)-cómics me llegaron muy adentro. No conseguí tener el castillo de Grayskull por motivos económicos pero mi hermano sí tuvo la garra voladora y el Road-Ripper, yo las figuras de Meckaneck, Trap-Jaw, Tri-klops y Man-e-Faces (que aún conservo). Hoy ya puedo decir que soy el orgulloso propietario de un castillo original motu completo. Bueno, casi, me falta sólo la pistola del armero (qué tendrá esa puñetera pistola que tanto cuesta conseguir)
Lo cierto es que 37 años después me siguen cautivando esos personajes y he decidido compartir con vosotros un dibujo hecho especialmente para este post (creo que el primero de los Masters que haya hecho nunca). He de reconocer que lo he hecho un poco a lo rápido, me ha podido el ansia... espero que os guste, aunque no es mi mejor obra jeje!
Quisiera no dejar pasar la oportunidad de recomendaros un grupo de facebook llamado Club Masters del Universo, en el que llevando dos días como quién dice, me he sentido muy a gusto y hay gente muy sana compartiendo esta afición nuestra:
Tampoco quiero dejar pasar la ocasión de dejaros la página de una gente que está llevando a cabo un ambicioso proyecto en el cual quieren dejar constancia del paso de los Masters del Universo en nuestro país. "Yo tengo el poder, la historia de los Masters del Universo en España" se llamará el libro y ya podéis ir haciendo sitio en vuestra biblioteca. Yo ya lo tengo hecho!
Un abrazo a tod@s; por el poder de Grayskull!